
El autor hace alardes del uso del lenguaje mediante la prosa y la poesía, haciendo incersión de los modernismos del chatñol como característica cultural del modernismo lingüístico. El uso del tiempo presente y retrospectivo permite al lector tener una empatía sensible con los personajes, que aunque pocos son de gran valor a la trama. El uso de los símbolismos es magistral: la lluvia que ahoga el llanto, el cuadro en eterno silencio de la mujer, la cámara que todo lo ve y lo guarda en secreto, el agua turbia que causa nauseas al sabor de la verdad. Su final, sorpresivo, que nos deja con la duda de si Leticia cumplió su objetivo en su quinta oportunidad.
Sin duda, una pieza de colección literaria que nos describe como pueblo y nos analiza como individuos en un silencio eterno ante las realidades sociales del Puerto Rico actual.
- Dr. Norman J. De Jesús; Ed.D.