
Si la estela de sabores y la gama de colores no te basta
Pinta de verde tu asta y prueba el sabor de la esperanza
Prende la luz de tu libertad interior y sopla los vientos de alegría
Derrama la pasión de tus hazañas y logros fecundados
Comparte la osadía y la ironía de moverte a un estado
De tristezas y melancolías te mueves al norte de esperanza
Te corroes la mente de cambios y te olvidas de los santos
Serás el cambio del olvido y de la espera que no tarda
Comerás tan rápido que las gaviotas no llegarán a la orilla
Saldrás del gusano metálico lleno de olores y sinsabores
Caminarás las calles de la quinta sin saber que no has pasado la primera
Habitarás la siniestra espera de tus rabietas de lograr más
Mudarás las plumas y no verás el nido nunca jamás
Se te hará muy difícil subir la escarpada montaña
De repente sabrás que no hay nada, sólo patrañas.
Te has movido y no has sabido que estás temblando
Que la orilla no te olvida y te espera de vez en cuando
Que las ramas de palma y aguacate son de menta y encanto
Te has quedado en tu interior sumido en espanto.
Saltaste la espera, no quisiste hacer fila en la acera
La esquina ya es vieja para ti y la vieja es una esquina que no es para ti
Quieres comer del blanco furor y de la azul cacería
De liebres y matices sabrás que eres esclavo.
Dormirás sin despertar un sueño inhabitado de campos y playas
De palmeras y hamacas y jueyes y carne frita
De piña colada y salvajes emboscadas en la garita
Perderás el sueño al despertar, te darás cuenta en el umbral.
Pinta de verde tu asta y prueba el sabor de la esperanza
Prende la luz de tu libertad interior y sopla los vientos de alegría
Derrama la pasión de tus hazañas y logros fecundados
Comparte la osadía y la ironía de moverte a un estado
De tristezas y melancolías te mueves al norte de esperanza
Te corroes la mente de cambios y te olvidas de los santos
Serás el cambio del olvido y de la espera que no tarda
Comerás tan rápido que las gaviotas no llegarán a la orilla
Saldrás del gusano metálico lleno de olores y sinsabores
Caminarás las calles de la quinta sin saber que no has pasado la primera
Habitarás la siniestra espera de tus rabietas de lograr más
Mudarás las plumas y no verás el nido nunca jamás
Se te hará muy difícil subir la escarpada montaña
De repente sabrás que no hay nada, sólo patrañas.
Te has movido y no has sabido que estás temblando
Que la orilla no te olvida y te espera de vez en cuando
Que las ramas de palma y aguacate son de menta y encanto
Te has quedado en tu interior sumido en espanto.
Saltaste la espera, no quisiste hacer fila en la acera
La esquina ya es vieja para ti y la vieja es una esquina que no es para ti
Quieres comer del blanco furor y de la azul cacería
De liebres y matices sabrás que eres esclavo.
Dormirás sin despertar un sueño inhabitado de campos y playas
De palmeras y hamacas y jueyes y carne frita
De piña colada y salvajes emboscadas en la garita
Perderás el sueño al despertar, te darás cuenta en el umbral.